ALBERTO ROMO CHÁVEZ: EL ORGULLO BEISBOLERO DE AGUASCALIENTES
- Aguascalientes de México

- 25 nov
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Alberto Romo Chávez nació el 11 de septiembre de 1911 en Jaral del Progreso, Guanajuato, pero desde muy joven llegó a Aguascalientes, lugar donde creció, se formó y desarrolló el talento que lo convertiría en una de las figuras deportivas más importantes en la historia del estado. Aunque su origen fue guanajuatense, en Aguascalientes encontró su identidad, su carrera y su legado, al grado de que la ciudad lo adoptó como uno de sus hijos más ilustres.
Fue lanzador profesional durante 14 temporadas en la Liga Mexicana de Béisbol, entre 1932 y 1946, participando con equipos como Obras Públicas, Monte de Piedad, Agrario, Anáhuac y los Diablos Rojos del México. En ese periodo acumuló marcas sobresalientes: antes de que existieran registros oficiales sumó 69 victorias por 22 derrotas, y ya con estadísticas formales logró 46 victorias contra 36 derrotas. Su control, su precisión y su estilo fino en la loma lo colocaron entre los mejores pitchers de su época. También representó a México en competencias internacionales, como los Juegos Centroamericanos y del Caribe de 1938, reafirmando su calidad como uno de los lanzadores élite del país.
Su impacto en Aguascalientes va mucho más allá de sus números. Para los hidrocálidos, Romo Chávez fue el primer gran referente del béisbol profesional, un deportista que dio prestigio al estado cuando el deporte apenas comenzaba a organizarse a nivel nacional. Su figura se convirtió en un punto de orgullo local y en un símbolo del potencial deportivo que surgía desde Aguascalientes.
Ese reconocimiento quedó inmortalizado en 1975, cuando el principal estadio de béisbol de la ciudad fue nombrado Parque Alberto Romo Chávez. Desde entonces, cada temporada de los Rieleros, cada partido, cada entrenamiento y cada aficionado que cruza sus puertas mantiene viva la memoria del pelotero que representó con grandeza a su estado adoptivo. El nombre del estadio no solo honra a un jugador; recuerda a quienes crecieron viendo en él un ejemplo de disciplina, constancia y talento formado en Aguascalientes.
Alberto Romo Chávez falleció el 24 de agosto de 1999 en la misma ciudad que lo vio convertirse en leyenda. Su nombre sigue siendo parte esencial de la identidad deportiva hidrocálida, un referente histórico que continúa inspirando a niños, jóvenes y aficionados que encuentran en él el mejor ejemplo de lo que Aguascalientes es capaz de aportar a la historia del deporte nacional.

