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ANITA BRENNER, PERSONAJE ILUSTRE DE AGUASCALIENTES: UN PUENTE ENTRE MÉXICO Y EL MUNDO

  • Foto del escritor: Aguascalientes de México
    Aguascalientes de México
  • 24 jun
  • 2 Min. de lectura
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Anita Brenner nació en la ciudad de Aguascalientes en 1905, en el seno de una familia judía con fuertes inquietudes culturales. Cuando apenas tenía once años, en 1916, emigró junto a su familia a los Estados Unidos, donde desarrollaría una brillante carrera intelectual que la llevaría a convertirse en una figura clave para la difusión del arte, la historia y la cultura mexicana a nivel internacional.

Estudió antropología en la prestigiosa Universidad de Columbia, donde fue alumna del célebre etnógrafo Franz Boas, pionero de la antropología moderna. Su interés por las culturas indígenas de México y su compromiso con las causas sociales la llevaron a obtener la beca Guggenheim, con la que pudo viajar a Europa y enriquecer su formación académica y su visión del mundo.

A su regreso a México, Anita fue testigo de un país en ebullición, marcado por los ecos de la Revolución Mexicana. Observó de cerca las luchas sociales de obreros y campesinos, y se mantuvo en contacto con los fundadores del Partido Comunista Mexicano, así como con los exiliados españoles que huían del horror de la Guerra Civil. Su vida estuvo profundamente marcada por una convicción marxista que guiaría muchas de sus decisiones y colaboraciones.

Como periodista, colaboró tanto en medios nacionales como internacionales. Escribió para el periódico Excélsior en México y también para The New York Times, abriendo caminos para el pensamiento crítico y el análisis profundo de los movimientos políticos y culturales de su tiempo. También se desempeñó como una ferviente promotora del arte mexicano en Estados Unidos, llevando la obra de reconocidos pintores y muralistas al extranjero, entre ellos Diego Rivera, José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros.

Además, Brenner tradujo al inglés importantes obras literarias mexicanas, facilitando su llegada a nuevos públicos. Entre ellas destacan El indio de Gregorio López y Fuentes, El resplandor de Mauricio Magdaleno y la emblemática Los de abajo de Mariano Azuela.

Fue autora de libros fundamentales para comprender la transformación social y cultural de México en el siglo XX. Su obra más destacada, El viento que barrió a México (1943), es una crónica apasionante de la Revolución Mexicana, acompañada de impactantes fotografías de artistas como Tina Modotti y los hermanos Casasola. También escribió Ídolos tras los altares (1929), una mirada crítica a las raíces espirituales del país, y Your Mexican Holiday (1932), una guía cultural y turística que reflejaba su amor por México.

Bajo el seudónimo de “Jean Méndez”, colaboró con medios vinculados a la corriente trotskista. Su activismo político la llevó a jugar un papel clave en uno de los episodios más significativos del exilio revolucionario del siglo XX. En 1936, desde Nueva York, Brenner envió un telegrama urgente a Diego Rivera, solicitándole que intercediera ante el gobierno mexicano para ofrecer asilo a León Trotsky, quien vivía una situación crítica en Europa tras años de persecución. Gracias a su intervención y a la mediación de Rivera con el presidente Lázaro Cárdenas, Trotsky y su esposa Natalia Sedova pudieron encontrar un refugio seguro en México.

Anita Brenner fue mucho más que una escritora o una periodista. Fue una mujer con ideales firmes, que supo conectar mundos distintos y tender puentes entre culturas, pensamientos y luchas sociales. Su legado sigue vivo como testimonio del poder transformador de la cultura, la palabra y el compromiso político.

 
 
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