
En los bosques, bajo nuestros pies, se esconde una fascinante red de comunicación natural conocida como la "Wood Wide Web" o Red de Madera Mundial. Este sistema conecta los árboles y otras plantas a través de sus raíces y una compleja red de hongos llamada micorrizas.
A través de esta red subterránea, los árboles comparten nutrientes, agua y señales químicas, ayudándose mutuamente a sobrevivir y prosperar. Por ejemplo, los árboles más antiguos y grandes actúan como verdaderos "árboles nodrizas", enviando recursos esenciales a los árboles jóvenes o débiles y ayudándolos a resistir enfermedades o condiciones adversas.
Además de compartir nutrientes, esta red también permite que los árboles "hablen" entre sí. Si un árbol es atacado por insectos, puede enviar señales químicas a través de las raíces para alertar a los árboles cercanos, quienes, a su vez, liberan compuestos defensivos.
La Wood Wide Web es un recordatorio de la impresionante inteligencia y cooperación de la naturaleza, funcionando como un Internet natural que mantiene el equilibrio y la salud de los ecosistemas forestales. Es un sistema complejo y maravilloso que los científicos apenas comienzan a comprender.