
El Vaticano, o la Ciudad del Vaticano, es un enclave independiente situado dentro de la ciudad de Roma, Italia, y es reconocido como el país soberano más pequeño del mundo, tanto en tamaño como en población. Su superficie es de solo 44 hectáreas (0.17 millas cuadradas), lo que lo convierte en un territorio diminuto en comparación con otros países. En cuanto a su población, se estima que ronda las 800 personas, aunque varía según el momento, ya que muchos de sus habitantes son clérigos y empleados temporales que trabajan allí.
Historia y Fundación:
La historia del Vaticano está profundamente ligada a la Iglesia Católica. El lugar ha sido el centro de la religión católica desde hace siglos, pero su independencia como nación se formalizó en 1929, con la firma de los Tratados de Letrán entre la Santa Sede e Italia. Esto garantizó la soberanía del Vaticano, separando el papado del control italiano, después de siglos de dominios papales sobre varios territorios en la península itálica.
Economía:
La economía del Vaticano no depende de la producción industrial o agrícola, sino de fuentes relacionadas con la Iglesia. El Vaticano obtiene ingresos de diversas fuentes, como donaciones de fieles (particularmente las colectas de la Iglesia Católica a nivel mundial), la venta de sellos postales, entradas para museos y tours, y las inversiones en bienes raíces. Además, el Vaticano es famoso por sus museos, que albergan una de las colecciones artísticas más grandes y valiosas del mundo, incluidas las obras de Miguel Ángel, Rafael y Caravaggio.
Población y Cultura:
La población del Vaticano es notablemente pequeña, y está compuesta principalmente por clérigos, incluyendo al Papa, cardenales, obispos, sacerdotes y monjas, así como algunos laicos que trabajan en la administración. La mayoría de las personas que residen en el Vaticano no son originarias de allí, ya que muchos vienen de otros países para desempeñar funciones religiosas o diplomáticas. Aunque el Vaticano tiene una población de menos de 1,000 habitantes, su influencia en el mundo es enorme, dado el papel central que desempeña en la religión católica y en el ámbito diplomático internacional.