EL TEATRO MORELOS: EPICENTRO CULTURAL DE AGUASCALIENTES EN EL SIGLO XIX
- Aguascalientes de México

- 24 jul
- 1 Min. de lectura

Desde su inauguración en 1885, el Teatro Morelos se consolidó como el recinto cultural más importante de Aguascalientes durante décadas. Su escenario no solo acogió obras teatrales, sino también funciones de circo, espectáculos de ilusionismo, proyecciones de cine y eventos académicos, como la entrega de premios del Liceo de Niñas y del Instituto Científico y Literario. Además, en múltiples ocasiones, el lugar fue adaptado para sesiones del Congreso del Estado, incluyendo ceremonias de toma de protesta de gobernadores y la presentación de informes de gobierno.
La decoración interior del recinto fue encomendada a Rosendo A. Tostado, un destacado pintor escenográfico originario de Jalisco. Aunque nacido en ese estado, Tostado se formó en la Ciudad de México y se estableció en Aguascalientes en la última parte del siglo XIX. Su talento fue reconocido localmente, sobre todo por su participación frecuente en la “Exposición Anual de Industria, Minería, Agricultura, Artes y Objetos Curiosos” que se celebraba durante la Feria de San Marcos. En 1885, recibió una medalla de oro por cuatro acuarelas que el jurado elogió por sus “vivos colores y lleno contenido expresivo”, calificándolas como obras de “indiscutible mérito artístico”.
En el Teatro Morelos, Tostado elaboró ocho decorados escénicos y dos telones principales. Uno de ellos, titulado Safo, retrataba una noche tormentosa junto al mar. En el centro de la escena, se distinguía una figura femenina envuelta en una túnica blanca, sosteniendo una lira dorada, en el gesto dramático de lanzarla a las olas embravecidas. Todo el ambiente estaba iluminado por el resplandor de un relámpago que cruzaba el cielo, abriéndose paso entre las nubes y perdiéndose en la distancia sobre el mar.

