HISTORIA DEL AGUA EN AGUASCALIENTES

Durante el siglo XIX, Aguascalientes contaba con entre cuatro y seis fuentes públicas situadas en la plaza principal, que abastecían a la población de agua para sus actividades diarias. Cuatro de estas fuentes fueron oficialmente reconocidas en el Decreto 927, emitido por el Congreso del Estado el 28 de septiembre de 1898.

En aquel entonces, el suministro dependía de un sistema primitivo de tuberías de plomo que transportaban el agua desde manantiales y ojos de agua cercanos. El ingeniero Miguel Velázquez, encargado de supervisar la red, identificó importantes fallas en caudal y presión: algunas fuentes recibían más agua que otras y gran parte del líquido se perdía en el camino. Para corregirlo, propuso construir una caja central que regulara el flujo, ampliar los diámetros de las tuberías y colocar llaves de bronce desmontables para facilitar su mantenimiento.

El Ayuntamiento aprobó este plan en julio de 1880, marcando un avance significativo en la modernización del sistema hidráulico de la ciudad. La obra permitió distribuir el agua de manera más uniforme, mejorando la higiene y reduciendo problemas sanitarios comunes en esa época.

Con el paso del tiempo y el crecimiento urbano, se implementaron nuevas soluciones: tanques de almacenamiento, pozos profundos y redes de tuberías más extensas reemplazaron gradualmente a las fuentes públicas como principal fuente de abastecimiento. Hoy, muchas de estas fuentes cumplen una función decorativa, embelleciendo la Plaza Principal y otros espacios urbanos.

En 1951, la Secretaría de Salubridad y Asistencia (SSA) emitió una alerta sanitaria al detectar que el agua municipal no era potable, representando un riesgo para la población. Se ordenó al Ayuntamiento corregir las irregularidades y garantizar un suministro seguro, involucrando también a la Secretaría de Recursos Hidráulicos del Estado.

Este hecho impulsó una coordinación más estrecha entre autoridades federales, estatales y municipales, fortaleciendo medidas de cloración, tratamiento y regulación de pozos, consolidando un sistema de agua más confiable.

La historia del agua en Aguascalientes refleja la transformación de un recurso básico en un servicio moderno y estructurado. De cargar cántaros desde las fuentes públicas a contar con una red hidráulica que abastece toda la ciudad, el acceso seguro al agua ha sido un esfuerzo constante a lo largo del tiempo.