Esta antigua cantera de tiza inundada en Alemania se ha convertido en un popular destino turístico
para buceadores. El Kreidesee, ubicado en Hemmoor, Baja Sajonia, abarca 33 hectáreas y alcanza una profundidad de hasta 60 metros. Originalmente utilizada para la producción de cemento, el lago se formó en la década de 1970 y ahora ofrece una visibilidad de hasta 25 metros, con un paisaje sumergido cautivador que incluye restos de la antigua explotación minera. Además, se han colocado intencionadamente diversos objetos, como un avión flotante y vehículos, para enriquecer la experiencia de los buceadores. La vida acuática, como truchas, anguilas y percas, también contribuye al encanto de este destino único para los amantes del buceo y la aventura subacuática.