El Conde Drácula es el protagonista de la novela homónima de horror gótico del escritor irlandés Bram Stoker, de 1897. Se le considera el vampiro prototípico y arquetípico en obras de ficción posteriores, que dio lugar a una larga lista de versiones del personaje en cine, cómics y teatro.
En la creación del personaje, algunos consideran que ciertos aspectos del personaje están basados en Vlad III, el Empalador, que también era llamado Vlas Dracula príncipe de Valaquia del siglo XV; y por Sir Henry Irving, un actor de quien Stoker era su asistente personal.1 También se dice que Stoker fue asesorado por el erudito en temas orientales Ármin Vámbéry. Suele aparecer junto a sus “Novias de Drácula” y uno de los poderes más emblemáticos es su capacidad de convertir a otros en vampiros mordiéndolos e infectándolos con la enfermedad vampírica. A través de los años, se han añadido o alterado sus poderes originales, en obras de ficción posteriores, incluyendo películas y dibujos animados.
El Drácula histórico
Debido a algunas novelas y versiones cinematográficas de Drácula, mucha gente piensa que Stoker basó su personaje en una figura histórica: Vlad Tepes, o Vlad "el Empalador", y en leyendas de vampiros que circulaban en Europa oriental. Pero en realidad Vlad vivió en el siglo XV y fue príncipe de Valaquia, (que junto con Moldavia y Transilvania constituyó el reino de Rumanía).
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