En 1912, Sir Arthur Conan Doyle escribió "El Mundo Perdido", describiendo la meseta en la que se encontraba, con laderas boscosas que se extendían hacia un lago central. Desde allí, observaba el claro de los iguanodontes y más allá, el pantano de los pterodáctilos. También notó varios agujeros negros, que dedujo eran las bocas de las cuevas. Esta inspiración provino de la Montaña Roraima, una elevación de 2.810 metros en el Parque Nacional Canaima (Venezuela), que es uno de los vestigios más activos del pasado en el mundo.
Aguascalientes de México