Una leyenda poco conocida es la de La Novia de Huejutla, un relato que proviene de la región de la Huasteca, en México.
Se cuenta que hace varias décadas, en el pueblo de Huejutla de Reyes, Hidalgo, una joven estaba por casarse con su prometido. El día de la boda, se preparó con un vestido hermoso, pero cuando se dirigía a la iglesia, algo terrible ocurrió: el novio nunca llegó. Devastada, la novia esperó hasta caer la noche, sola y abandonada en el altar, mientras una fuerte tormenta azotaba el pueblo. Desconsolada, se dice que salió corriendo de la iglesia, sin rumbo fijo, hasta desaparecer entre las calles oscuras.
Desde aquella noche, los habitantes del lugar comenzaron a ver la figura de una mujer vestida de novia, caminando por las calles de Huejutla en las noches lluviosas. Dicen que su rostro es pálido y que lleva el vestido de bodas ensangrentado. Algunos aseguran haberla visto llorando mientras pregunta a los transeúntes si han visto a su novio. Los más valientes que han intentado hablar con ella aseguran que, al acercarse, sus ojos se vuelven oscuros y emite un grito aterrador que congela la sangre. Tras el grito, desaparece en la niebla de la noche.
La gente del pueblo evita salir cuando hay tormenta, y los ancianos advierten a los jóvenes que no respondan si escuchan su llanto, pues se dice que aquellos que se cruzan con la novia y responden a su pregunta desaparecen sin dejar rastro.
