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LAS ACEQUIAS DE AGUASCALIENTES: TESTIGOS DE UNA CIUDAD EN CRECIMIENTO

  • Foto del escritor: Aguascalientes de México
    Aguascalientes de México
  • 8 oct
  • 2 Min. de lectura
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Durante el siglo XVII, el desarrollo de la ciudad de Aguascalientes y el aumento de sus huertas y sembradíos hicieron necesaria la construcción de acequias. Estas eran canales o zanjas que permitían conducir el agua para el riego agrícola.

La primera en edificarse fue la acequia del Ojocaliente, pero hacia 1786 se levantó una nueva: la acequia de Texas, encargada de abastecer la zona norte de la ciudad. En el área de los actuales Baños de los Arquitos se instaló una caja de distribución de agua, y la acequia Texas se nutría de los desechos líquidos provenientes de esos baños.

A finales del siglo XIX, las preocupaciones por la higiene y la salud pública transformaron la imagen urbana. Las acequias y estanques comenzaron a considerarse focos de infección, pues en ellos se acumulaba basura y solían usarse como lavaderos y lugares de baño.

Numerosos reportes oficiales señalaron la necesidad de mejorar la acequia Texas, sobre todo por la falta de mantenimiento y el estancamiento que provocaba su revestimiento deteriorado. Además, algunos vecinos construyeron bordos que agravaron los problemas de inundaciones en los alrededores.

El Ayuntamiento acordó con la Liga de Horticultores que estos últimos serían responsables del mantenimiento de los canales, aunque con frecuencia incumplían y el gobierno terminaba asumiendo las reparaciones.

Con el paso del tiempo, el crecimiento urbano, la expansión de las zonas habitadas y la introducción del drenaje moderno volvieron innecesarias las acequias. Muchas huertas desaparecieron, y con ellas, parte de esa historia hidráulica.

Finalmente, en agosto de 1951, el presidente municipal Jaime Aizpuru ordenó rellenar con escombros los restos de la antigua acequia Texas, que atravesaba calles como Bartolomé de las Casas, Fraccionamiento Primavera, Estanque, Libertad, Valentín Gómez Farías, Nicolás Bravo y Democracia.

Un legado que hoy sobrevive solo en los registros históricos, pero que alguna vez dio vida al verde paisaje de Aguascalientes.

 
 
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