UN VIAJE AL CORAZÓN FERROVIARIO DE AGUASCALIENTES

¿Te imaginas caminar por las calles de un lugar que combina historia, cultura y un toque de añoranza? ¡Prepárate para descubrir el Barrio de la Estación en Aguascalientes! No es solo un punto en el mapa, es un vibrante museo al aire libre que cuenta la historia del progreso y la innovación ferroviaria en México. Acompáñanos en este recorrido y déjate llevar por los secretos que ofrece.

Un viaje al pasado

Ubicado a solo 30 minutos a pie de la Plaza de Armas, el Barrio de la Estación es el epicentro del legado ferroviario de Aguascalientes. Delimitado por la calle Decreto 27 de Septiembre y la avenida Adolfo López Mateos, este lugar cuenta historias en cada rincón. En el corazón del barrio se encuentra el impresionante complejo ferroviario Tres Centurias, que alberga antiguos talleres de ferrocarriles, un comedor histórico y la antigua estación del ferrocarril. Este edificio, con su fachada y su interior decorados al estilo de la época, es un viaje en el tiempo.

Tres Centurias: Historia viva

El parque Tres Centurias es una parada obligatoria para cualquier viajero. Este parque no solo celebra la tradición ferrocarrilera de más de 100 años, sino que también es un centro cultural. Al ingresar, serás recibido por "La Hidrocálida", una majestuosa locomotora de vapor construida en 1937. Este lugar es perfecto para aprender sobre la evolución del transporte ferroviario, desde las primeras locomotoras de vapor hasta las modernas.

En el Museo del Ferrocarril podrás ver cómo los talleres de Aguascalientes se adaptaron a los cambios tecnológicos. Aquí se protegen equipos rodantes, maquinaria, herramientas y documentos históricos, contando la historia del sistema ferroviario nacional y su impacto económico, político, social y cultural en Aguascalientes.

Paseo de la Alameda y Baños Termales de Ojocaliente

El Paseo de la Alameda es una avenida arbolada que conecta la estación de ferrocarril con los históricos Baños de Ojocaliente. Este lugar ofrece a los visitantes una experiencia única de relajación y bienestar para el cuerpo y el alma. Los manantiales termales, alimentados por la generosidad de la naturaleza, han ganado renombre durante más de 150 años.

Gran Hotel Alameda

El Gran Hotel Alameda es otro testigo de la historia de Aguascalientes. Originalmente construido como el Hotel Escobedo a principios del siglo XX, este edificio ha hospedado a diplomáticos, empresarios y militares durante la Revolución Mexicana. Restaurado y reabierto como el Gran Hotel Alameda en 2009, este es el único hotel con el distintivo de Tesoro de México, otorgado por el gobierno federal; ofrece una experiencia de lujo que combina la elegancia del pasado con las comodidades modernas.

La Alameda, que nace en el Templo de la Purísima y termina en el Hotel Escobedo y los Baños de Ojocaliente, conforma un paseo de leyenda para los aguascalentenses. Este recorrido es hoy una joya junto con el Gran Hotel Alameda, rico en tradiciones forjadas con el paso del tiempo.

Hospédate en este gran hotel y prueba su gastronomía, como el tradicional chile Aguascalientes, disponible en su carta desde 1995. Visitar este lugar resulta una experiencia inolvidable.

Centro Cultural Los Arquitos

El Centro Cultural Los Arquitos, inaugurado el 12 de noviembre de 1994, se ubica en el Barrio de la Purísima, donde alguna vez funcionaron los primeros baños públicos del estado. Hoy en día es un espacio vibrante donde se celebran obras de teatro, conciertos y exposiciones. Este complejo, construido en el siglo XIX y restaurado para convertirse en un centro cultural multifacético, ofrece diversas salas de exhibición, galerías y salones para talleres. Los Arquitos es un lugar donde la historia y el arte se encuentran.

Conoce la Antigua Estación

La colonia Ferronales es un complejo de aproximadamente 40 viviendas impregnadas de nostalgia. Gracias al crecimiento y la demanda de la industria ferroviaria, ingenieros estadounidenses llegaron a trabajar en los talleres y trajeron a sus familias. Construyeron un barrio con el estilo arquitectónico al que estaban acostumbrados, resultando en una zona habitacional única.

Este sitio se convirtió en un atractivo, primero para los propios aguascalentenses que admiraban la arquitectura norteamericana, y ahora para los visitantes, que se asombran al ver cómo entre las calles de esta colonia parece que el tiempo se detuvo, dando testimonio del Aguascalientes que fue y el que es hoy en día.