Un volcán en Islandia, inactivo durante 800 años, dejó a todos asombrados con una espectacular erupción. Este evento tuvo lugar en la península de Reykjanes, al suroeste del país, donde una fisura de 2.9 kilómetros de longitud expulsó lava al exterior.
Gracias a una rápida evacuación, no hubo víctimas fatales ni heridos. Sin embargo, alrededor de 50 viviendas fueron desalojadas, al igual que los huéspedes de uno de los spas más destacados de la región.
Este fenómeno es un recordatorio del poder y la majestuosidad de la naturaleza. Aunque generó ciertas incomodidades, también brindó una oportunidad única para que científicos y turistas presenciaran de cerca este impresionante suceso natural.