En Inglaterra, es común ver paredes de ladrillos con un diseño "ondulado". De manera curiosa, este diseño utiliza menos ladrillos que una pared recta. Las paredes rectas que tienen solo un ladrillo de espesor no son lo suficientemente resistentes como para sostenerse por sí solas y pueden derribarse fácilmente, por lo que generalmente tienen un espesor de al menos dos o más capas de ladrillos y intervalos regulares con postes verticales que sirven como contrafuertes. Sin embargo, una pared ondulada de "un ladrillo" se sostiene bien por sí sola debido al soporte del arco que proporciona su forma, combinando así la función de la pared y el contrafuerte. Esta estructura se conoce como "muro serpenteante" o "crinkle crankle walls". La forma ondulada permite un considerable aumento del momento de inercia de la sección, lo cual ayuda a reducir las tensiones provocadas por el momento flector en la base.
