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  • Aguascalientes de México

T3RROR EN LA Presa Calles, San José de Gracia

Hace muchos años, en el tranquilo pueblo de San José de Gracia, en el estado de Aguascalientes, se encontraba la imponente Presa Calles. Esta presa, famosa por su majestuosidad y serenidad, guardaba un antiguo secreto en sus profundidades. Una noche estrellada, una pareja enamorada decidió disfrutar de una velada romántica en un pequeño bote que navegaba en las aguas cristalinas de la presa. El reflejo de la luna llena iluminaba su camino, creando un ambiente mágico mientras se adentraban en la oscuridad del agua.

A medida que avanzaban, la pareja notó algo extraño en la distancia. Una extraña neblina cubría la superficie del agua, ocultando todo a su alrededor. Intrigados, continuaron su travesía, sin imaginar lo que les esperaba. De repente, una ciudad emergió lentamente desde las profundidades de la presa. Un lugar olvidado por el tiempo, una ciudad sumergida que alguna vez fue próspera y llena de vida. Sus torres y edificios se alzaban majestuosos ante los ojos atónitos de la pareja. Mientras contemplaban la magnificencia de aquel espectáculo, algo perturbador surgió de las aguas.

Una figura misteriosa y sombría se alzó desde lo más profundo, con ojos penetrantes y una aura siniestra. Era un ser ancestral, un guardián de la ciudad sumergida. La pareja, cautivada por el misterio, se acercó temerosa al enigmático ser.


Él les habló en un susurro, revelando la verdadera historia de la ciudad bajo el agua. Contó cómo, hace siglos, un desastre natural había sumergido el pueblo y a sus habitantes en el abismo acuático. El guardián les advirtió que la ciudad solo podía ser visible durante una noche de luna llena y que nadie debía perturbar su descanso eterno. Sin embargo, la curiosidad se apoderó de ellos y decidieron explorar la ciudad sumergida en busca de respuestas. A medida que se adentraban en sus calles anegadas, descubrieron que los edificios estaban cubiertos de algas y musgo, las plazas desiertas y los susurros del pasado resonaban en el aire. Pero también descubrieron que no estaban solos. Personajes intrigantes y enigmáticos aparecieron ante sus ojos, habitantes perdidos de la ciudad sumergida que vagaban sin rumbo, atrapados entre el mundo de los vivos y el de los muertos. Cada uno tenía su propia historia trágica que contar, cada uno clamaba por encontrar la paz eterna. La pareja se vio envuelta en un laberinto de secretos y misterios mientras desentrañaban el pasado de la ciudad y su conexión con el presente.


Se enfrentaron a peligros ocultos y a fuerzas oscuras que intentaban mantener sus secretos bajo las aguas. Finalmente, la pareja descubrió que solo un acto de sacrificio podía liberar a los espíritus atormentados y devolver la ciudad a su descanso eterno. Con valentía y determinación, la pareja decidió tomar acción y encontrar la forma de liberar a los espíritus de la ciudad sumergida. Con la ayuda de los personajes enigmáticos que encontraron en su camino, descubrieron un antiguo ritual que podría traer la paz tan anhelada. Guiados por un mapa antiguo y sabiduría ancestral, se aventuraron en una travesía llena de peligros y pruebas. Enfrentaron criaturas acuáticas de pesadilla y resolvieron enigmas que desafiaban la lógica y la razón. Su amor y perseverancia los mantenían unidos mientras se sumergían más y más en el misterio. Finalmente, llegaron al corazón de la ciudad sumergida, al lugar donde yacía el guardián ancestral.


Con lágrimas en los ojos, la pareja tomó la decisión de ofrecer su amor y sacrificio para liberar a los espíritus atormentados. Juntos, se sumergieron en las aguas, entregando su existencia en un último acto de valentía y compasión. En un instante fugaz, las aguas se agitaron y la ciudad sumergida comenzó a desvanecerse lentamente. Los espíritus liberados se elevaron en un resplandor de luz, encontrando finalmente la paz que tanto ansiaban. La pareja emergió de las aguas, agotada pero llena de satisfacción por su valiente hazaña. Con el amanecer, la ciudad sumergida desapareció por completo, dejando solo un recuerdo imborrable en la mente y el corazón de la pareja. Desde entonces, la Presa Calles se convirtió en un lugar de leyenda y misterio, donde aquellos valientes y curiosos podrían encontrarse con los susurros del pasado y la sombra de la ciudad sumergida. En medio de su travesía por la ciudad sumergida, la pareja se encontró con una estatua majestuosa y rota que emergía entre las ruinas. Era el icónico Cristo Roto, símbolo de fe y devoción en la región. La figura desgastada por el tiempo y el agua contaba su propia historia de pérdida y esperanza. Intrigados por el misterio que rodeaba al Cristo Roto, la pareja investigó más a fondo y descubrió que aquel lugar había sido el epicentro de una tragedia años atrás. Dos jóvenes, Juan y María, habían sido protagonistas de una historia de amor tan apasionada como prohibida.

Juan, hijo de una familia adinerada, y María, hija de un pescador humilde, se enamoraron perdidamente, desafiando las barreras impuestas por la sociedad. Pero su amor fue condenado por aquellos que no podían aceptar su unión. En una noche tormentosa, mientras los dos jóvenes se encontraban en el bote en la Presa Calles, una tragedia ocurrió. Unos desconocidos atacaron a Juan y María, separándolos violentamente y lanzándolos al agua. Sus cuerpos nunca fueron encontrados, y la tragedia dejó un aura de misterio y tristeza que envolvía a la presa y a la ciudad sumergida. La pareja que exploraba la ciudad sumergida sintió una conexión profunda con aquellos nombres grabados en su memoria. A medida que se adentraban en los rincones oscuros y abandonados de la ciudad, podían escuchar sus susurros y sentir su presencia en el aire. Fue entonces cuando la pareja decidió honrar la memoria de Juan y María, llevando a cabo el sacrificio que liberaría a los espíritus atormentados de la ciudad sumergida.


Unidos en su amor y decididos a traer la paz a aquellos espíritus errantes, pronunciaron los nombres de Juan y María con reverencia y ofrecieron sus propias vidas como símbolo de amor inquebrantable. El acto de sacrificio no solo liberó a los espíritus de Juan y María, sino que también disipó la oscuridad que había envuelto la ciudad sumergida durante tanto tiempo. Un resplandor cálido iluminó cada rincón, y la pareja pudo sentir la gratitud de aquellos espíritus liberados mientras emergían de las aguas en un último adiós. A partir de aquel día, se cuenta que el Cristo Roto en la ciudad sumergida encontró la paz y la totalidad.


La historia de Juan y María, así como la valentía y el sacrificio de la pareja exploradora, se convirtieron en leyenda y recordatorio de que el amor verdadero y la búsqueda de la verdad pueden vencer incluso las fuerzas más oscuras.

La Presa Calles y la ciudad sumergida siguen siendo un lugar lleno de misterio y encanto, donde aquellos que se aventuren pueden escuchar los susurros de los amantes perdidos y experimentar la magia que rodea el poder del amor y la redención. La historia de la pareja que desafió el misterio de la Presa Calles se convirtió en un símbolo de amor inquebrantable y la búsqueda de la verdad. Su valentía y sacrificio se recordarían por generaciones, inspirando a otros a explorar los límites de lo desconocido y enfrentar los secretos más oscuros para encontrar la redención y la paz. Aguascalientes de Mexico


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